lunes, 30 de agosto de 2010

SE ACALLO LA GUITARRA MAYOR DEL CHAMAME



Falleció Don Nicolás Antonio Niz
El chamamé sufrió un nuevo golpe...Su guitarra mayor tiene en su mástil un crespón negro. Es que nos dejó quien la pulsara con tanto sentimiento y amor...Don Nicolás Antonio Niz.
Reiterado sería reseñar su vida. Creemos que el mejor homenaje que le podemos tributar es a traves de los versos del Paí Julian Zini, quien lo describió de esta manera:

"De tanto estar siempre al lado,
como quien solo acompaña,
Antonio fuiste quedando,
como una sombra callada.
La sombra de un corazón,
grandote como una casa,
que late en cada rasguido,
de esa tu inmensa guitarra.

Guitarrero correntino criado en las enramadas,
no quedó pista de baile ni festejo ni bailanta,
donde vos no hayas estado codeándote con la fama,
de nuestros fuelles mayores, sino, que lo diga “el Taita”.

Nicolás Antonio Niz “Señor de las Madrugadas”
si habrás andado en tertulias, convites y serenatas.
Pregúntenle a la Zunilda, que se bancó trasnochada,
la soledad y la espera y la junta y la resaca.

Tanto escuchar el silencio hizo que de oído tocaras,
la siesta de Manantiales, el crespín y las chicharras,
el viento en las casuarinas y la paloma torcaza,
hicieron inconfundible, el compás de tu guitarra.

Tu pueblo chamamecero que sufre, reza y aguanta,
quiere oirte acompañando mientras sueña, canta y baila.
Que el bajo y la percusión de un tiempo nuevo que avanza,
no apaguen el viejo son doliente de tu guitarra.

Por Isaco y por Rubén, esos amigos del alma,
Por Salvador y Avelino y por nuestra muchachada,
Por favor seguí tocando, ¡temple al aire, si hace falta!
Antonio, Dios no permita, que se calle tu guitarra".

viernes, 27 de agosto de 2010

FELIZ CUMPLEAÑOS RADIOFONIA ARGENTINA

A 90 AÑOS DE LA EPOPEYA DE LOS LOCOS DE LA AZOTEA

Todo era silencio en la ciudad de Buenos Aires, cuando un sonido irrumpió en la noche y comenzó a escucharse la obra “Parsifal”, de Richard Wagner, que emanaba del Teatro Coliseo. La música empezó primero en la sala del teatro y después, gracias a cuatro hombres subidos a una terraza con un transmisor, llegó hasta lugares tan lejanos como Santos, en Brasil.

La primera transmisión de la historia de la radiofonía argentina estuvo a cargo de Enrique Susini, su sobrino, Miguel Mujica, y sus amigos César Guerrico y Luis Romero. Después de meses de preparación, el 27 de agosto de 1920, los cuatro subieron al techo del teatro Coliseo con un transmisor de 5 watts y una antena que conectaron a un edificio cercano. Además dejaron en la sala un micrófono que originalmente era para hipoacúsicos. El primer programa de radio estaba listo para salir al aire con estos simples elementos, que captaron el sonido de la sala para difundirlo a través de las ondas a toda la ciudad. En total, unas 50 personas escucharon el primer programa de radio, porque muy pocas casas disponían de aparatos, pero se supo de un hombre que logró captar la señal desde un barco que navegaba en Santos, Brasil. Algunos estudiosos de la radio aseguran que significó, además, la primera transmisión radial del mundo con el modo actual de hacer radio.

Durante los siguientes 19 días, los cuatro entusiastas de la radio, conocidos como "los locos de la azotea", siguieron transmitiendo las obras que se daban en el teatro Coliseo. Después de terminada la temporada, empezaron a hacer producciones propias bajo el nombre de Radio Argentina. Claro, que al principio era el propio Susini quien cantaba temas en español, francés, alemán y ruso, pero con diferentes tonalidades para que la audiencia no lo notara.

Al año siguiente, el intendente de Buenos Aires, Juan Barnetche, estableció la emisión oficial de licencias para radio y para 1922, Radio Argentina transmitió en vivo la asunción del presidente Marcelo Torcuato de Alvear. Sin embargo, en 90 años de historia nunca llegaron a disiparse las primeras palabras lanzadas por un argentino al eter: "Señoras y señores, la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el Festival Sacro de Ricardo Wagner, Parsifal..."

Con la transmisión de la oratoria religiosa de Richard Wagner, LOR Radio Argentina comenzaba sus emisiones, que fueron las únicas que se pudieron captar en el dial de la Capital Federal hasta finales de 1922 cuando en el mes de diciembre inauguran sus transmisiones LOX Radio Cultura -en la que se incorporan por primera vez los avisos publicitarios-, LOZ Radio Sud América -subvencionada por un grupo de comerciantes dedicados a la actividad radioeléctrica- y TCR Radio Brusa. Para la misma época, un periódico económico de los EEUU opinaba que “emitir por radio un anuncio publicitario ofendería a gran parte de la población”.

En 1923, el día 14 septiembre, se produce la primera gran transmisión deportiva: el Combate del Siglo. Parecían voces llovidas del cielo aquellas que relataron la pelea entre el bonaerense Luis Ángel “El Toro Salvaje de las Pampas” Firpo y Jack “El matador de Manassa” Dempsey, rol que la radio desarrollaría y explotaría extensamente desde entonces y hasta la actualidad. En realidad, la transmisión de la pelea era la lectura de los cables que iban llegando al “estudio”, provenientes -estos sí- del borde del cuadrilátero. Ya no quedaron dudas de que la radio era capaz de acercar, en apenas horas, aquello que hasta ese momento tardaba días y hasta meses en conocerse.

La Asociación Argentina de Broadcasting se constituye en 1924, ese año se funda LOY Radio Nacional, denominada luego Radio Belgrano, y el diario La Nación inaugura una sección permanente de carácter técnico y noticioso sobre radiotelefonía y radiofonía. La radio a galena es desplazada por la radio con parlante, externo, que en poco tiempo se adosó al aparato y convivió con las válvulas en las radios capillas.

En 1925 se crea una radio con una característica particular: comienza sus transmisiones LOZ Broadcasting La Nación, hoy Radio Mitre, la primera emisora que pertenece a un medio gráfico cuyos titulares se leían cada mañana al comenzar la transmisión, dando origen así a una intrínseca relación entre la radio y los medios gráficos.
En los primeros años de la radiofonía argentina las emisoras eran privadas en su totalidad; el Estado, que aún así regulaba el funcionamiento de las mismas, funda la primera emisora de su propiedad en 1927. Difundiendo óperas desde el Teatro Colón nace el 23 de Mayo Radio Broadcasting Municipal.

Las transmisiones empezaron a captarse hasta en los pueblos más alejados desde principios de los años ’30 mediante las proezas tecnológicas de las cadenas de Radio Splendid, Radio Belgrano y la Red Azul y Blanca de Radio El Mundo.
Para 1935 construyeron a imagen y semejanza de la BBC de Londres a Radio El Mundo, y ya la radio tenía una gran influencia sobre la vida cotidiana. Como medio de comunicación esencialmente dedicado al entretenimiento, ofrecía los géneros más variados, pero un género se llevaba los laureles: el radioteatro. Desde el primer gran éxito, Chispazos de Tradición -la historia del español González Pulido que se emitía por Radio Nacional todas las tardes y por espacio de 50 minutos, contando las alegrías y los pesares de una familia del campo- hasta Los Pérez García -la saga de una familia de clase media que en tono de comedia de costumbres funcionó como espejo de muchas familias tipo del país -, se convirtió en un género aún hoy inolvidable.
Sin duda, mucha agua ha pasado bajo el puente desde esos lejanos días de 1920, donde los “Locos de la Azotea” inauguraban uno de los capítulos más brillantes en la historia de las comunicaciones humanas.
Nos encuentran en la actualidad con una pléyade de radioemisoras, muchas de ellas dotadas de los mas adelantados avances tecnológicos, pero por sobre todo con una recientemente aprobada LEY DE MEDIOS AUDIOVISUALES, destinada a transparentar el éter pero fundamentalmente para quebrar definitivamente con el monopolio de pools empresariales que tanto daño ha provocado a nuestra rica radiofonía argentina
¡FELIZ CUMPLEAÑOS RADIO DE LA ARGENTINA!

viernes, 13 de agosto de 2010

Para muestra basta un botón...

Cuando hablamos de los valores musicales que se encuentran dispersados por cada pueblo, nos referimos a esos cultores que no tienen trascendencia más allá, ni siquiera de su pueblo, sino que muchas veces del propio círculo íntimo que le conoce las virtudes.
El manejo político de la cultura ha profundizado y sigue profundizando cada vez más esta veta, generando una gran brecha entre los “amigos del poder” y los que prefieren mantenerse como artistas del pueblo, pese a su ausencia en los escenarios.
Algo que se conserva y que a su vez mantiene viva la llama innata de aquellos que se prendieron de una guitarra, un acordeón o un bandoneón, o quienes aprendieron a amar el canto y jamás se desprendieron de esa pasión, son las reuniones de amigos, donde se tiene en cuenta como a pares, a aquellos que hacen del arte su modo de brindar amistad… y así contribuyen también a una cultura, que es la real, la pura, la nativa, la que no tiene precios y no se maneja en función de simpatías o avenencias que nada tienen que ver con el verdadero valor de la CULTURA, de esa que se escribe con mayúsculas.
Este video refleja el talento de los músicos y su simpleza, su entrega, elevando sus voces e instrumentos en una reunión entre amigos, como si estuvieran tocando ante una plaza colmada de público.
Gracias por el talento a Cristian “Kika” Vallejos en la voz, a Francisco “Pancho” Fernández en acordeón y a las fieles guitarras de Carlitos Siviero y Agustín Romero “Romerito”.

domingo, 1 de agosto de 2010

Falleció Don Constante Aguer

El poeta porteño que colocara la letra al tradicional chamamé Kilómetro 11, música de Don Mario del Tránsito Cocomarola, erigido en el himno de la Provincia de Corrientes por su trascendencia ayer, hoy y siempre.
Don Constante fue un enamorado del paisaje de esta tierra, al punto de ofrendarle su prosa enamorada, sentida o galana.


Un artículo que figura en la página www.corrienteschamame.com.ar detalla la vida del poeta.
Él fue quien le puso letra a este chamamé que los correntinos consideramos un verdadero himno. Constante Aguer nació en la Capital Federal el 6 de abril de 1918, y pasó a la inmortalidad el día de la caña con ruda, el 1 de agosto, pasadas las 19 horas. Poeta, escritor, conferencista, compositor e intérprete del cancionero guaraní. Colaboró en todas las revistas del cancionero nativo: Alma nativa, Vergel guaraní, Iverá, Tradición, Ñandé, El canta claro, El alma que canta, Ocará potí cue mí, De Paraguay.
Hasta la actualidad lo hacía en la revista Tabaré, que edita la colonia uruguaya residente en Australia y en Ko-eyú Latinoamericana que se edita en Venezuela. Colaboró con los diarios Epoca, El Litoral y El Orden de la Provincia de Corrientes
Tiene publicado tres libros: Mis cantares al Taragüí cancionero, Cuentas dispersas poemario; y la Biblia en la selva guaraní.
En 1938 grabó sus primeros discos del cancionero correntino en los sellos Odeón y R.C.A. Víctor. En 1939 obtiene un premio municipal consistente en una medalla de plata como cantor guaraní.
Es productor y conductor del espacio Taraguí Coé -Amanecer correntino- que se irradió por L.R.A. Radio nacional y L.S. 1 Radio Municipal. Actualmente por la Cadena Argentina de Radiodifusión transmite su espacio "Por los caminos del chamamé".
En Diciembre de 1984 la Dirección de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, en su segunda Bailanta Correntina le otorga en acto público una plaqueta como poeta y compositor. Fue integrante del taller literario Ko´e-Yu de la ciudad de Corrientes y miembro del centro de Divulgación Musical de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.
De sus composiciones musicales, del acervo correntino, doce han sido aprobadas por el Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Corrientes, para el canto en las escuelas en sus diversos niveles. En la faz musical basta decir que es el autor de la letra del chamamé Kilómetro 11, considerado el himno de la Provincia de Corrientes, y es tema conocido en todo el mundo.





En la foto: Don Constante Aguer con nuestro querido amigo Guillermo Fernández.