domingo, 20 de junio de 2010

Tercer domingo de junio

Hay una materia en la carrera de la vida para la cual no se rinde ningún examen. Está ahí, a la vuelta de alguna esquina, y no se oculta, solo está, esperando que sea su momento…
Convertirse en padre debe de ser una de las máximas experiencias en la vida de un hombre. Es como saltar por primera vez desde un trampolín… por más alto que parece estar, en algún momento uno va a hacer contacto con el agua y deberá usar las armas que se le presenten en ese momento para emerger, con el aditivo que en la emergida, se vuelve ya acompañado de otro ser al que se debe cuidar y proteger más que a nada, mucho más que a uno mismo, porque ese otro ser no es más que la sangre extendida en el amor… es un “uno mismo” chiquitito e indefenso en nuestro tiempo, como hace mucho (o no tanto) uno lo ha sido en las vidas de mamá y papá.
El milagro de la vida es inexplicable, inalcanzable, inconmensurable. Lo que si es explicable es que tras el milagro de la vida aparece el milagro de la paternidad y de la maternidad, y entonces uno debe tratar de ser un milagro que lograra que su hijo tenga en la vida mucho más de lo que las expectativas pudieran alcanzar a poner frente a los ojos.Está quien dice que “todos los días es el día de…” o que “no hace falta un día específico para homenajear a…”. Yo digo, a papá lo tenemos todos los días en frente y siempre tiene la misma predisposición para cualquiera de nuestras necesidades, de bebés, niños y hasta de grandes… Papá somos todos los días, desde que nos levantamos y hasta que nos acostamos, y hasta aún en sueños, soñando con los ángeles que la vida nos puso en nuestras propias vidas… pero no está mal festejar, no está mal que un día en particular podamos efusivizar el cariño que uno siente por el padre, por el viejo, por el tata y no está mal que un día en especial podamos sentirnos especialmente queridos por nuestros hijos.


Algunos videos... entiéndase que no podemos elegir cual sería el más apropiado, por lo cual, que cada uno elija el que más le haya tocado el corazón.


Uno más...


y otro...


Un par más...


El último por ahora...

2 comentarios:

  1. Hola Quique!
    Soy Marcos Hassan. ¡¡¡¡Que coincidencia el apellido!!!! Hasta podría ser hijo tuyo...
    Estuve leyendo lo que publicaron sobre el Tercer Domingo de Junio y me da risa!!! Me cuesta imaginarte sintiendo eso.
    Un abrazo

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  2. Hola Quique!
    Soy Rocio Hassan. La pregunta que me viene despues de leer tu comentario sobre ser padre, es cuanto un comunicador social puede mentir en sus expresiones públicas, en relación a sus acciones privadas. O entonces, cuantos hijos chiquititos e indefensos un padre debe abandonar para, por fin, ser bendecido con el sentimiento paternal. Como conjugar los dichos de un periodista que habla sobre el sentimiento de la paternidad con tanta competencia, del hombre que un dia, hace 35 años, se fue para nunca mas volver, incumpliendo la sentencia de un juez de ayudar a mantener y educar a 3 hijos chicos, que se preguntan hasta el dia de hoy que fue que ellos hicieron mal, para no merecer siquiera una carta, el ofrecimiento de una voz o una mirada. Este es un espacio público, y no tengo otro, entonces, en el, hago público mi dolor, y tambien mi indignación y mi pregunta insondable sobre tu ética como profesional y tu moral como hombre. Rocio Hassan, DNI 17457112

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